Un día tuve la suerte de poder probar estas estupendas rosquillas, que tanto me recuerdan a cuando era pequeña, son las rosquillas que se hacen en casa, en ningún otro sitio van a tener el mismo sabor... Esta receta me la dio Sonia, intento ser lo más fiel posible a sus indicaciones. Os animo a que las probéis, mirad que pinta!!!
INGREDIENTES ( para unas 80 unidades)
Sonia me dio estas medidas, al lado os las he puesto en gramos, para que os resulten un poco más precisas a los que no tenéis costumbre de hacer masas.
- 3 huevos........................... tamaño L
- 1/2 vaso de aceite de oliva...........120 gr
- 1 chupito de anís dulce.................30 gr
- 250 gr de azúcar
- 1 sobre de levadura en polvo
- la ralladura de un limón
- una pizca de sal
- harina, la que admita......................600 gr
- aceite de girasol para freir
- azúcar para espolvorear
ELABORACIÓN
Este es el orden que yo he seguido, aunque la receta no comentaba ninguno en particular.
En un bol batimos los 3 huevos con el azúcar, mezclando bien. A continuación le añadimos la ralladura de limón, el aceite de oliva y el anís dulce, mezclando de nuevo.
Después añadiremos la harina, a la que habremos incorporado la levadura en polvo y la pizca de sal .Yo suelo tamizar la harina para que no haga grumos, con un colador grandote se termina en un momento.Añadí la harina en 3 partes, para ir viendo cómo quedaba la textura. Al final ya no pude amasarla con las varillas y eché un poco de harina en el mesado de la cocina y la seguí amasando a mano. Con los 600 gr que os decía quedó con una textura suave, pero manejable.
La dejaremos reposar 10 minutos. Mientras tanto, vamos cogiendo una sartén amplia y poniendo aceite en abundancia , os recomiendo de girasol y no de oliva porque el de oliva se quema muy rápido y vamos a hacer una gran cantidad de rosquillas y se nos quemaría antes de terminar.
Cuando haya reposado la masa, vamos cogiendo porciones y haciendo churritos alargados y formando las rosquillas:
Como veis, cuando las corto aprovecho y con la punta del cuchillo las aplasto un poco en la unión para que al freírlas no se abran. Hice unas 20 unidades y luego las freí, luego otras 20 y freí y así hasta terminar la masa, así no se recalienta el aceite en exceso y además vamos cambiando de tarea, que salen un montón de rosquillas!!
Calentamos el aceite y ponemos las rosquillas a freír, en cuanto toquen el aceite no les quitéis ojo, que enseguida debemos voltearlas para que se hagan por ambos lados y ya toca escurrirlas y ponerlas en una bandeja con papel absorbente.
Cuando estén más o menos frías, las pasamos a una bandeja limpia y les espolvoreamos azúcar a nuestro gusto por encima y ya tenemos un montón de rosquillas con una textura suave, nada aceitosas y con un sabor que únicamente se consigue en las rosquillas caseras. Espero que os animéis a hacerlas, no será la última vez que las hagáis, seguro!!!